Del santo evangelio según san Juan
«Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado.
Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese.
He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado.
Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros».
Silencio prolongado - - - - - - - - - - - - -
–Bendigamos al Señor que nos une en caridad y nos nutre con su amor en el pan de la unidad. Oh Padre nuestro.
1. Conservemos la unidad que el Maestro nos mandó; donde hay guerra que haya paz, donde hay odio que haya amor. Oh Padre nuestro.
2. El Señor nos ordenó devolver el bien por mal, ser testigos de su amor, perdonando de verdad. Oh Padre nuestro.
—Preces finales de la Hora (Monitor)
Adoremos a nuestro Salvador, que en la Última Cena, la noche, en que iba a ser entregado, confió a la Iglesia la Celebración perenne del Memorial de su muerte y Resurrección. En este Año Santo del V Centenario del nacimiento de San Francisco Javier, digámosle:
Danos, Señor, un espíritu misionero.
1. Para que el Evangelio sea anunciado y acogido en toda la tierra.
2. Para que Jesucristo sea conocido y amado por todos los hombres.
3. Para que la Iglesia crezca y se renueve sin cesar.
4. Para que todos los hombres descubran que son hijos de Dios.
5. Para que los hombres de todas las razas y culturas vivan unidos como hermanos.
6. Para que todos nosotros colaboremos en el desarrollo de las obras misionales pontificias.
7. Para que se acrecienten los vínculos de solidaridad entre la vieja cristiandad y las jóvenes iglesias.
8. Para que la Eucaristía sea celebrada en todo el orbe, desde donde sale el sol hasta su ocaso.
9. Para que todos los hombres reciban el Pan de la vida eterna.
10. Para que el anuncio del Evangelio promueva el bien integral de los pueblos.
11. Para que germine en todo el mundo el deseo de la paz.
12. Para que todas las naciones alcancen el gozo de la unidad.
13. Para que las familias crezcan en el verdadero amor.
14. Para que los niños y los jóvenes sean educados en la fe.
15. Para que surjan nuevas vocaciones misioneras, dispuestas a dejarlo todo por el anuncio del Evangelio.
16. Para que Dios conceda fortaleza a los misioneros y los llene de los dones del Espíritu Santo.
17. Para que aumenten las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
18. Para que todos los cristianos seamos testigos creíbles del amor de Dios en los ambientes donde vivimos.
19. Para que los enfermos sean aliviados en su dolor.
20. Para que los difuntos alcancen la salvación y la vida eterna.
(Moderador).- Fieles a la recomendación del Salvador que en Getsemaní nos mandó orar para no caer en tentación, y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACIÓN
(Sacerdote o moderador).- Señor Dios Todopoderoso, que para gloria tuya y salvación de los hombres constituiste a Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, concede al pueblo cristiano, adquirido para Tí, por la sangre preciosa de tu Hijo, recibir en la Eucaristía, Memorial del Señor, el fruto de la Pasión y Resurrección de Cristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
—Canto final de la Hora santa
Tantum ergo sacraméntum venerémur cérnui,
et antíquum documéntum novo cedat rítuí;
praestet fides supleméntum sénsuum deféctui.
(Adorad postrados este sacramento. Cesa el viejo rito. Se establece el nuevo. Dudan los sentidos y el entendimiento; que la fe lo supla con asentimiento ).
Genitori Genitóque laus et iubilátio,
salus, honor, virtus quoque sit et benedíctio;
procedénti ab utróque compar sit laudátio. Amen.
(Himnos de alabanza, bendición y obsequio; por igual la gloria y el poder y el reino al eterno Padre, con el Hijo eterno y el divino Espíritu, que procede ellos. Amén).